Arcos
Parte fundamental de la ofrenda son los arcos, elaborados con flores de cempoaxochitl, los cuales simbolizan, en primera instancia, la conexión que se establece del más allá con nuestro mundo real. Desde el 30 de octubre inicia el festejo con la “construcción del altar”, para lo cual se utilizan varas y palos de aquiche, a los que dan forma de un arco que cubren con flores de cempoaxochitl y mano de león (flor de color morado). Son adornados con máscaras de madera, fruta, comida, pan de muerto y figurillas de barro
En lo alto del altar se cuelga “el pan de muerto” en forma de muñeco. Este alimento cumple varias funciones, pues se usa de ofrenda y es la representación de los seres ya fallecidos. Igualmente, frente al altar coloca un tronco de la planta de plátano conocido como chieve el cual es sostenido por cuatro estacas delgadas para levantarlo del suelo. En él colocarán las velas durante toda la fiesta.
La gente gasta mucho dinero en esta elaboración, sin embargo aunque no posean grandes ingresos, todos están dispuestos a gastar para celebrar y recibir a los difuntos.
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sábado, 7 de noviembre de 2015
Que se necesita para la tradicion de xantolo
Fecha en que se inicia el xantolo y que se hace cada dia
El Xantolo es una de las celebraciones más importantes de la zona de la Huasteca Potosina. Su organización representa la conjunción de todo el conglomerado “de lo huasteco”, la sagrada reunión entre los vivos y los antepasados; y la oportunidad de “hacer un alto en el camino” para que los que murieron tengan su chance para alcanzarlos.
Aquí en la parte oriental de San Luis Potosí, la fiesta de los muertos se llama Xantolo. Ésta es una palabra usada por los locales que tiene como origen el término latino de santo o sanctorum, como “los padrecitos” le llamaban a esta celebración antigua que, actualmente en la Huasteca, es la máxima festividad aun sobre la Navidad (principalmente entre las comunidades indígenas).
Xantolo en la tradición es aquello que da identidad, que da sentido de unión, de la participación, de la hospitalidad, del ritual y el ceremonial, de las danzas, de la música, de la gastronomía, del creer en lo que va más allá de lo cotidiano y del vivir. En esta fecha aparece el verdadero sentido de existencia.
El 1 de noviembre, Día de Todos los Santos, se hace una velación con rezos y alabanzas y se inciensan las imágenes y el altar, continuando la convivencia toda la noche. Los teenek(comunidades indígenas de la región) acompañan con algunas piezas que se tocan para la Danza de la Malinche.
El 2 de noviembre, Día de los Fieles Difuntos, en las comunidades de los teenek y nahuas, se acostumbra llevar las ofrendas a los panteones, adornando las tumbas con flores. Existe la creencia de que las ánimas de los difuntos permanecen todo el mes de noviembre entre los deudos, por ello el día último se renueva toda la ofrenda y se adorna el Pulich (o altar) con frutas y flores para despedir “a los que ya no están”.
Los municipios de la Huasteca Potosina participan en esta celebración y cada uno tiene sus propias actividades en la establecida Ruta Xantolo integrada por Aquismón, Axtla de Terrazas, Ciudad Valles, Huehuetlán, San Martín Chalchicuautla, San Vicente Tancuayalab, Tancanhuitz, Tanlajás, Tanquián, Tamazunchale, Tampacán, Tampamolón, Tamuín, y Xilitla.
Si deseas ser parte de esta fiesta, cada municipio tiene preparado durante esos días diversas exposiciones de altares, muestras gastronómicas, y coloridas ofrendas.
viernes, 6 de noviembre de 2015
Materiales utilizados para la ofrenda
- Las calaveras de dulce tienen escrito en la frente el nombre del difunto (o en algunos casos de personas vivas, en forma de broma modesta que no ofende en particular al aludido), y las consumen parientes o amigos.
- El pan de muerto es una representación de la eucaristía, y fue agregado por los evangelizadores españoles. Es un panecillo dulce que se hornea en diferentes figuras, desde simples formas redondas hasta cráneos, adornado con formas de huesos hechas con el mismo pan; se le espolvorea azúcar y se elabora con anís.
- Las flores. Durante el período del 1 al 2 de noviembre las familias suelen limpiar y decorar las tumbas con coloridas coronas de flores de rosas y girasoles, entre otras, pero principalmente de cempasúchitl, las cuales se cree atraen y guían las almas de los muertos. Casi todos los panteones reciben visita de muchas personas.
- La flor de cempasúchitl es símbolo del resplandor del sol, que se consideraba el origen de todo. Sirve de guía a las almas para indicarles el rumbo por el cual llegar al que fuera su hogar. Cada flor representa una vida, y en el caso del difunto significa que este aún conserva un lugar dentro del Todo, y que no ha sido olvidado por sus amigos y familiares. Curiosamente, en el poblado de Huaquechula, en el estado de Puebla, no se utiliza la flor de cempasúchitl, sino que las tumbas se adornan con nube y gladiola.
- La ofrenda y la visita de las almas. Se cree que las almas de los niños regresan de visita el día primero de noviembre, y que las almas de los adultos regresan el día 2. En el caso de que no se pueda visitar la tumba, ya sea porque ya no existe la tumba del difunto o porque la familia está muy lejos para ir a visitarla, también se elaboran detallados altares en las casas, donde se ponen las ofrendas, que pueden ser platillos de comida, el pan de muerto, vasos de agua, mezcal, tequila, pulqueo atole, cigarros e incluso juguetes para las almas de los niños. Todo esto se coloca junto al retrato de los difuntos, rodeados de veladoras.
- Retrato de la persona recordada: El retrato del difunto sugiere el ánima que los visitará la noche del 2 de noviembre. Dicha imagen honra la parte más alta del altar. Se coloca de espaldas y frente a ella se coloca un espejo para que el difunto solo pueda ver el reflejo de sus deudos y estos vean a su vez únicamente al difunto.
- Pintura o cromo de las Ánimas del Purgatorio: La imagen de las ánimas del purgatorio sirve para pedir la salida del purgatorio del alma del difunto por si acaso se encontrara ahí.
- Doce cirios: Aunque pueden ser menos, tienen que ser en pares, y preferiblemente de color morado, con coronas y flores de cera. Los cirios, sobre todo si son morados, son señal de duelo. Los cuatro cirios en cruz representan los cuatro puntos cardinales, de manera que el ánima pueda orientarse hasta encontrar su camino y su casa aparte de agua y sal.
- Cruz: Utilizada en la mayoría de los altares, es un símbolo introducido por los evangelizadores españoles, con el fin de incorporar el catecismo a una tradición tan arraigada entre los indígenas, como la veneración de los muertos. Para recordarle su fe, ya que el Miércoles de Ceniza se le dice la frase: "Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás", con lo que se le recuerda que regresa a la tierra de la que salió. La cruz va en la parte superior del altar a un costado de la imagen del difunto y esta puede ser de sal, ceniza, tierra o cal.
- Calabaza en tacha: La calabaza (Cucurbita moschata) ocupa un lugar privilegiado tanto en la cocina tradicional prehispánica como en la actual. Es parte de la tetralogía alimenticia del país, al lado del maíz, el frijol y el chile, con los que se cultiva en la misma milpa. De ella se aprovecha todo: tallos, guías, flores, frutos y semillas. En el altar se prepara como dulce, llamado calabaza en tacha porque el recipiente usado en la fabricación del azúcar se le llama “tacho”; la calabaza se confitaba en las calderas en que se fabricaba el azúcar: cocida con azúcar, canela, tejocotes, trozos de caña de azúcar o con otros ingredientes, según el gusto de quien cocine. La preparación de la calabaza en tacha consiste en introducir dicho fruto en un cesto de palma que se confita en las calderas donde se fabrica el azúcar. Esta es la forma tradicional, pues en las antiguas máquinas de los ingenios se hacía la concentración del guarano o jugo de caña en dos calderas cónicas, colocadas sobre un solo horno (la mancuerna); una de las calderas era la malera, y la otra la tacha. En la actualidad se prepara cocida en miel de piloncillo o panela, antiguamente llamada también tacha para bendecir las casas.8 9 El dulce cristalizado se llama calabazate.
- Papel picado: También se suelen adornar las ofrendas con papel picado que es una artesanía mexicana que se elabora con papel de china recortado con figuras de esqueletos y calaveritas, este es considerado como una representación de la alegría festiva del Día de Muertos y del viento.
- Vara de tejocote: con esa se abrirá paso el alma que regresa a visitar a sus parientes, por eso no se le deben de quitar las espinas.
- Arco de caña y flores: en algunos lugares de México se acostumbra a realizar este arco, el cual simboliza el paso a una vida de purificación y el abandono del cuerpo terrenal.
- Copal e incienso: El copal es un elemento prehispánico que limpia y purifica las energías de un lugar, santificando el ambiente.
- Agua: El agua tiene gran importancia ya que, entre otros significados, refleja la pureza del alma, el cielo continuo de regeneración de la vida y de las siembras y en la ofrenda se representa con un vaso lleno de agua que sirve para que el espíritu mitigue su sed después del viaje desde el mundo de los muertos.
- Comida: Se coloca el alimento tradicional o el que era del agrado de los fallecidos se coloca para que el alma lo disfrute.
- Bebidas alcohólicas: Son bebidas que fueron del gusto del difunto denominados “trago”, generalmente son “caballitos” de tequila, pulque, cerveza y mezcal.
Como se celebra el xantolo
Bailes típicos de Xantolo
Dentro de las festividades del Xantolo se realizan las cuadrillas, bailes típicos en los cuales los hombres se disfrazan de mujeres y se ponen mascaras con distintos diseños. Estas personas acuden a las casas a mostrar su bailes al ritmo del son huasteco, de huapangos y de bailes tradicionales como la “danza del comanche”. Los niños desde muy pequeños comienzan a practicar las cuadrillas y de esta manera se van heredando de generación en generación.
Lo primero que debemos conocer es que la Danza de Huehues se lleva a cabo dentro de la festividad del Xantolo, o mejor dicho, forma parte del ritual del Xantolo. Los Huehues o Huehueme son en realidad la representación de los difuntos... o por decirlo de otra manera, los danzantes prestan sus cuerpos para que los antepasados dancen y participen de la fiesta que se ha preparado en su honor, van por las calles de la comunidad y a petición de los jefes de familia interpretan los diferentes sones de la danza. Sobre los pasos, el vestuario y las máscaras... lo mejor es ver los vídeos que anexamos.
El hecho de que la interpretación de este tipo de danzas tienen un valor trascendental en el reforzamiento de los lazos de la comunidad, existen muchísimos aspectos intrínsecos que escapan a nuestros ojos y que tienen que ver con los acontecimientos históricos de la comunidad que los difuntos cuentan a través de la danza... basta ver las máscaras, la burla que se hace a personajes de la política, indígenas o mestizos, los juegos que acompañan la danza, etc.
A finales de noviembre, al final del Xantolo, se lleva a cabo el destape de los en mascarados, una especie de limpia con aguardiente que evitará que los difuntos se queden de manera indefinida en los cuerpos de los danzantes.
Como ofrendan algunos paises y sus tipos de altares
El día de Muertos en México es una fiesta que vale la pena vivir. Por eso desde el 2003 la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) reconoce esta tradición mexicana como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.
En el calendario agrícola, la festividad de día de muertos coincide con el final del ciclo del maíz y esto se reitera de alguna manera el homenaje que se le hace a la muerte a través de ofrendas llenas de comida, donde la base es el mismo maíz.
Las ofrendas forman parte fundamental de la festividad del Día de Muertos, pues es una manera de hacer que nuestros difuntos nos visiten para volver a gozar de los placeres mundanos. Así es como una vez al año, las casas mexicanas y muy en especial las de los pueblos indígenas, abren la puerta para recibir a sus antepasados.
También se conoce esta festividad como los Fieles Difuntos y se divide entre los difuntos chiquitos y los adultos, pues a cada uno se le ofrendan cosas diferentes. A los niños o angelitos se les pone dulce, chocolate y juguetes; mientras a lo difuntos adultos se les pone comida más elaborada y en su mayoría la bebida alcohólica de su preferencia, sin que pueda faltar las flores que complementan la belleza de los altares. Cada región del país posee una manera particular de celebrar a sus muertos por ello es importante conocer la diversidad de ofrendas y sus significados más cercanos.
Ofrenda de Orizabita, Ixmiquilpan, Hidalgo. Pueblo indígena Hñahñu (otomí).
Los hñahñu son originarios del Valle del Mezquital, zona semidesértica del estado de Hidalgo. Esta es una región que en la actualidad es migrante ya que las condiciones de trabajo son poco productivas, sin embrago en fiestas muy importantes como la de los Santos Difuntos los migrantes regresan para continuar con sus tradiciones.
En el pensamiento Hñahñu la vida no termina con la muerte, es solamente el paso a una vida mejor y por esa misma condición los fieles difuntos tienen “el deber” de venir a “visitar” a sus seres queridos en el mes de noviembre para convivir con ellos, porque en sí, no es eterna la muerte y este pensamiento y práctica se refleja en este pueblo.
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Ofrenda de Tlacoapa, Guerrero. Pueblo indígena Me'phaa (tlapaneco).
La región me'phaa (tlapaneca) se ubica entre la vertiente se la Sierra Madre Sur y la costa del Estado de Guerrero. Muchos de los miembros han migrado a las ciudades en busca de trabajo y estudio, pues esta es una de las regiones más pobres del país.
El día de Muertos en esta comunidad Me'phaa se considera sagrado, los preparativos se inician 15 días antes, durante los cuales se hace acopio de los materiales que serán usados en la elaboración de los altares y de algunos productos que se ofrendan a los difuntos.
El día 31 las familias se organizan para tener la casa lista, con su altar muy adornado ya que el 1ro. de noviembre esperan la llegada de los difuntos niños a los que les brindan ofrendas de frutas y golosinas.
El día 2 de noviembre llegan los muertos grandes, a ellos se les ofrendan en el altar todo tipo de comidas regionales, que son preparados desde la noche anterior, este día también se visitan las tumbas para arreglarlas y colocar ofrendas.
Ofrenda de Coatepec Costales, Teloloapan, Guerrero. Pueblo indígena Nahua.
Los nahuas son el pueblo indígenas más grande de México, se encuentran esparcidos desde el sur del estado de Durango hasta Tabasco. Los nahuas en el estado de Guerrero representan el 40% de la población indígenas de la entidad.
La celebración del día de muertos es parte de las costumbres de esta comunidad que inician un mes antes con los rezos y repiques de campanas por las madrugadas en la iglesia central y capillas del pueblo, venerando a la imagen de las ánimas.
El día 31 de octubre se recibe en las casas a los angelitos (niños), en el altar ricamente adornado con flores se colocan figuras de angelitos y dulce de calabaza además de frutas.
El 1ro de noviembre se dedica a los difuntos grandes y el 2 se visitan las tumbas en el panteón con velas, veladoras, flores, pan y rezos. Para los pobladores de Coatepec Costales es importante esta celebración, ya que con ellos dicen “Es parte de nuestra cultura como pueblo indígena que se ha transmitido de generación en generación y por eso hay que mantenerla, ya que es un patrimonio y herencia de nuestros antepasados”.
Ofrenda de Jarácuaro, Erongarícuaro, Michoacán. Pueblo indígena p'urhépechas (purépecha).
Los p'urhépechas habitan principalmente en la zona lacustre y montañosa del estado de Michoacán. Es tradición que a los difuntos que cumplen el primer año de su fallecimiento se les realice un novenario que inicia una semana antes de las fechas de todos santos.
Dos días antes de concluir el novenario se sacrifica un cerdo para que la carne esté lista para el pozole que se ofrecerá el día noveno. Este día llegan los padrinos de bautizo del difunto, ellos llegan con el arco de carrizo ya adornado con flores de cempasúchil y terciopelos. Después de hacer los rezos y poner la ofrenda se come el pozole entre los asistentes para después llevar el arco al panteón. Ahí se inicia la velación que dura toda la noche hasta el amanecer.
En la casa del difunto queda el altar que dura dos días más después de la fecha 2 de noviembre, el arco floral se queda en el panteón y las frutas y panes que tenía el arco se desprenden y se llevan al altar de difunto.
Ofrenda El Júpare, Huatabampo. Pueblo indígena mayo.
La región mayo se localiza entre la parte norte del estado de Sinaloa y sur de Sonora. Debido a su proceso histórico, los mayos han tenido que compartir su territorio con mestizos. Los mayos viven preferentemente en comunidades donde se localizan sus centros ceremoniales.
Júpare es la cabecera de alrededor de 20 comunidades, siendo ésta un centro ceremonial importante para varios pueblos, lugar donde se celebran las tradiciones del día de muertos.
La celebración da inicio desde el 24 de octubre, donde se coloca en el interior de cada iglesia tradicional el altar o la tumba de los fieles difuntos y así da inicio el novenario. Así mismo se colocan imágenes religiosas, flores, frutas de la estación y veladoras. El día primero las familias asisten a velar a sus difuntos en el panteón.
Ofrenda del Pueblo indígena Yaqui.
El pueblo yaqui ocupaba una extensa franja costera y de valle al sureste del estado de Sonora. Los ocho pueblos de la Tribu Yaqui, estan ubicados en su propio territorio tradicional. En cada uno de estos ocho pueblos se manifiesta y desarrollade una manera muy significativa las ceremonias para los difuntos.
La celebración del día de las ánimas empieza a partir del 1 de octubre, pero es en los pueblos de Pótam y Huírivis donde existe una característica especial ya que, en la iglesia del pueblo, en medio de rezos y alabanzas es sacado de un lugar especial un cráneo de una persona que en vida fue sacerdote. También se colocan tapancos (altares para las ánimas), donde se ponen todos los alimentos que consumen los niños: porque es precisamente este día cuando se festejan a los “parbulitos” (niños difuntos)
Todo el mes de octubre se realizan “kontis” (procesiones) todos los lunes hasta llegar el día 31: en este transcurso las personas que tienen ánimas adultas se preparan, previa colocación del tapanco, para recibir y brindarles los alimentos que degustaban en vida sus familiares. Esto es el día primero de noviembre; día en que se festeja el día de los difuntos adultos. El día dos se celebra con danzas de los matachines, procesiones, cantos y rezos en la iglesia y cementerios de los pueblos.
Ofrenda de Yalálag, Oaxaca. Pueblo indígena Zapoteco de la Sierra Norte.
Los zapotecos son el pueblo indígena más numeroso del estado de Oaxaca. La región de la Sierra Norte es una gran franja territorial que atraviesa el estado rodeada de montañas.
En Yalálag se acostumbra visitar el panteón unos días antes de que empiece la celebración de día de muertos, acude toda la familia a limpiar las tumbas y a hacer la invitación a los muertos para que regresen al pueblo unos días. Los días 30 y 31 de octubre se comienza a preparar el altar. A los lados del altar se ponen las cañas sin faltar la flor amarilla de los muertos en sus diversos tamaños, flor que alfombra y aromatiza los campos de esta comunidad. El pan con figura humana es otro elemento que no puede faltar al igual que el mezcal de gusanito y los tamales de frijol envueltos en hojas de maíz.
El día 1ro. de noviembre es dedicado a los angelitos que no se lograron en esta tierra y el día 2 es dedicado a los fieles difuntos este día se festeja a los antepasados. Los días 3 y 4 son para ir a dejar a los difuntos al panteón se acostumbra acompañarlos y disculparse si hubo mala atención. Se les dice que no deben sentirse olvidados puesto que viven en el corazón y el pensamiento de la familia.
Ofrenda de Teotitlán del Valle, Oaxaca. Pueblo indígena zapoteco de los Valles Centrales.
Los zapotecos son un grupo cultural homogenio, etnográficamente se agrupan en cuatro ramas. Los Valles Centrales de Oaxaca se ubican en la parte centro del estado. Teotitlán del Valle es considerado como el primer pueblo que fundaron los indígenas zapotecos en 1465.
En esta comunidad para la celebración de día de muertos se utiliza el altar familiar instalado en las casas de manera permanente, para esta ocasión se adora de manera especial y en algunos casos se añade una mesa para que todos los elementos de la ofrenda de difuntos tengan cabida.
La celebración da inicio el día 31 de octubre con el arreglo de los altares y la colocación de la ofrenda que consiste en pan, chocolate, frutas y flores ya que se tiene la creencia que a partir de las tres de la tarde llegan angelitos. El día 1ro de noviembre a la misma hora que el día anterior arriban los difuntos adultos y a ellos se les recibe con mole, tamales y mezcal. Este día los familiares y compadres realizan visitas llevando ofrendas que se incorporan al altar.
El 2 de noviembre se visita el panteón para realizar un convivio entre vivos y muertos, se arreglan las tumbas con flores y se pagan melodías a los músicos que en ese día ofrecen sus servicios. Todo esto, tiene que ser antes de las dos de la tarde ya que es la hora en que los difuntos se despiden hasta el próximo año.
Ofenda de Cuetzalan, Puebla. Pueblo indígena Nahua de la Sierra Norte.
El frente montañoso que compone la Sierra Norte de Puebla forma parte de la Sierra Madre Oriental. La región ocupa el Norte del estado. En Ceutzalan los preparativos para estas fiestas dan inicio el 30 de octubre con el arreglo de los altares familiares, este día se cosechan las flores que previamente fueron sembradas para la ocasión, se preparan tamales con carne de cerdo y se coloca en el altar café y atole para recibir a los muertitos el día 31 de mismo mes.
El día 1ro de noviembre es dedicado a los muertos mayores, para este día ya deben estar colocados en el altar todos los alimentos y bebidas correspondientes, este día se invita a rezanderos de la comunidad a que realicen el rosario. Durante toda la noche se cocina ya que el día 2 es obligada la visita a los compadres y ésta debe ser acompañada de una ofrenda. El mismo días se visita el panteón al que llevan arcos florales para ser depositados en las tumbas de los difuntos.
Ofrenda de San Andrés Larrainzar, Chiapas. Pueblo Indígena Tzotzil.
Los tzotziles son un grupo mayense, que junto con los tzeltales y tojolabales, habitan la región de los Altos de Chiapas. La celebración de la fiestas de muertos en esta comunidad, da inicio el 31 de octubre, fecha en la que se preparan los altares en la casas, en estos se colocan 9 ramas de pino sobre la pared y hojas del mismo árbol sobre le piso.
El 1ro. de noviembre se acostumbra visitar el panteón para limpiar las tumbas y adornarlas con hojas de pino que se extienden por todo el sepulcro formando una mullida y olorosa alfombra, rezan a sus muertos y comparten con ellos los alimentos. Por la tarde regresan a sus casas y colocan la ofrenda familiar que consiste en bebidas de cacao “pozol”, frutas, tamales y guisados de carne de res, además de velas y flores. El día 2 regresan por la mañana al panteón para llevar ofrendas velas, flores y comida.
Ofrendas de Cazuelas, Papantla, Veracruz. Pueblo indígena Totonaca.
Las comunidades totonacas se ubican a lo largo de la planicie costera del estado de Veracruz y en la sierra norte de Puebla. Ninín es el nombre que recibe la fiesta conocida como Todos Santos o días de Muertos, en todo el territorio totonaca de la región de Papantla. El término Ninín significa “muertos” en lengua totonaca y se usa para referirse a la temporada en que tiene lugar el retorno de las almas de los difuntos.
El altar se entiende como un pequeño mundo que contiene la tierra, su vegetación aromática que le dan las flores, el agua que se coloca tanto abajo como sobre el altar que simboliza la propia tierra, el fuego y su aroma que también contiene un incensario. En la parte de arriba esta el cielo, confeccionado con hojas de tepejilote, las estrellas y un sol central elaborado con hojas de palma de coyol y otras figuras del mismo material. Por otro lado, el altar podemos imaginarlo como un espacio que contiene cuatro rumbos o universos, cada uno iluminado por un sol; estos son los universos donde se encuentran los que se han ido.
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